Sunday, August 03, 2008

de mi nuevo libro MI HIJO DOWN




Cuídate.



Estuviste jugando en mi embarazo por eso ahora vienes cochino,

por eso vienes con la sonrisa traviesa de romper la placenta,

pero eso no es la vida, criatura,

se trata de enterrar mis dientes de leche en un pobre animal enfermo

para que digas que te quiero, para que el frío no nos haga pedazos.

Mírate, tienes los ojos distintos no por su color ni por su brillo,

sino por el lugar en que se ubican en tu cara amarilla.

No te asustes de mi cara,

no es que las palabras de las señoras me cosan la boca,

es que mi boca no quiere perder su lengua acicalándote

¡qué no me resisto a la horizontal que cruza tu manita toda!

Esa maldición escrita con el único alfabeto que me importa,

la cara de Cristo en la cordillera que ven las niñas municipales,

los niños municipales dicen que abren el grifo para soportar el verano,

pero yo sé que quieren que se quemen las casas de sus padres en el otoño.

Cuídate de todos menos de mí,

para amarte de esta forma he ovulado con las manos de hombre,

todavía mastico polillas para que cuando te bese sientas el olor de la noche

porque yo nunca te contaré un cuento de niños,

otros harán de la literatura un somnífero en ti,

sólo debo decirte

cuídate del cazador que puede sacar mujeres vivas de adentro de los lobos,

los lobos son sólo perros con hambre,

guarda esa piedra ¡carajo!

soy tu madre y tu padre, me debes la vida

y te la voy a cobrar.