
Antes pensaba que si escarbaba bajo un brazo
encontraría un niño para acurrucarlo y decirle padre,
pero no hay niños bajo los brazos de niños,
tampoco hay niños mancos por ahí buscando lo que les falta del cuerpo.
Los brazos salen solos en la calle como maleza
y las malezas son solo raíces que crecen hacia arriba y hacia abajo,
yo sé,
sin embargo, yo les pinto las uñas,
les chupo los dedos para que no se sientan solos,
les hablo y algo me dice que me entienden,
algo me dice que hay pequeños corazones en sus nudillos.
(inédito)