Siempre me enamoro de marías joaquinas, la gente me juzga por eso, dicen que la lucha de clases se me va a la mierda, pero la culpa no es mía... Jesús también era hijo de carpintero y ahora tiene todo un cielo para él, repleto de marías joaquinas con alitas, repleto (ya lo dijo el potro Rodrigo hablando con voz de Diego)
En la población, en el pobre barrio, una mitad se enamora de la niña rubia y la otra mitad de la colorina de pequitas, ellas constituyen excepción y centro en ese panorama. Ellas son el eje del carrusel del amor, las cartas con dibujos de corazones con la simetría imperfecta, pero bien cuidada, sin flecos, se acumulan en sus piezas rosadas de la cafesosa vivienda básica. Los niñitos pómulos salidos y pelopinchos se enamoran tanto tanto como si en esa carita europoide se leyese el cuento feliz de la vida, ese de la tele, ese que pondría orgullosa a la madre india, porque el orgullo indio ya no es el de antes o quizás es el mismo y eso explica antropológicamente a ñuñoa, la florida y maipú.
Amé y amo profundamente a las marías joaquinas, con rabia, vergüenza y una alegría como de Kinder junto al peladero de cerrillos. Uno cree que se va a salvar en una carita rubia, en unos ojitos claros, pero no me echen la culpa a mí, los angelitos no los inventé yo. Estos enamoramientos son un mal de pobre, un mal del cielo.
3 comments:
no es justo que ahora no pueda disfrutar de carrusel. Exigo que algun canal, de una u otra forma, en horario de trasnoche o despues de almuerzo, la reponga en su parrilla programática.
yo, alguna vez, tambien me enamoré de una maria joaquina. Era cruel, recuerdo, muy cruel...
Saludos en esta nueva aventura o desventura...desde la republicana noche de peñalolen
Roberto ( o si prefiere: robert)
pd. por cierto, me debes unos poemas...los de la argentina de la que me hablaste hace tiempo que muy pocos conocian. no recuerdo el nombre. Quiza tambien es una Maria Joaquina.
....me hierve la cabeza en clases!!!
putas los comentarios feos
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