POR NO TENER MÁS MIEDO DESPUÉS DE TENER UN HIJO / POR LO PERDIDO / POR VENIR HECHO MIERDA HASTA UN SIMULACRO DE ÚTERO / PORQUE TODAVÍA TE QUIERO A PESAR DE TODO Y DE TI / POR NO PODER HACER DE LA DESAPARICIÓN UN ACTO MÁGICO / POR NO HABER NI NACIDO CUANDO LA GÜEA SIN EMBARGO NO PODER DEJAR DE PENSAR EN LA DICTADURA Y EN TI: MAMITA Y EN MI: MAMITA / POR DESTROZARSE DE MANERA TAN AMOROSA / POR ESPERAR UN RINCÓN EN UNA CAMA ÁUN MÁS GRANDE QUE NUESTRO HAMBRE / POR HABER SIDO POBRE Y CREER QUE SE TIENE AÚN EL DERECHO A HABLAR DE LA POBREZA / POR PENSAR EN LA POBREZA COMO UN LUGAR / POR PENSAR EN LA MATERNIDAD COMO UN LUGAR / POR ENTERRAR MIS UÑAS PINTADAS EN LOS OJOS DEL PAYASO QUE ENTRE RISITAS QUERÍA LLEVARTE AHÍ AL ERIAZO DONDE NADIE VE PORQUE NADA HAY / POR LEVANTARME EN LA MAÑANA Y DECIR ODIO TANTO A LATINOAMAERICA QUE LA AMO / POR PENSAR QUE LA CARA MOCOSA DE LATINOAMERICA ES CHILE / POR PROSTITUIRME POR MIS HIJOS Y POR MIS MADRES / POR QUERERTE TANTO / POR LA PATRIA / POR MI HIJITO QUE ES LO MÁS LINDO QUE TENGO Y NO ES MÍO. POR
Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down sé que le pondríamos una silla sobre el techo para que subiera a ser la bandera de nuestra patria.
Nada era borracho en ti / hasta que llegué yo rompiéndome. Ahora no parece importante la alfombra que tuve que botar por las manchas de vino / ahora brillo en tu rubor, así como slogan de maquillaje para señoritas adineradas, así como queriéndote en una desgracia tan linda.
En este cielo todo es diminuto como una estrella / te quería invitar a mi rabia para que la convirtiéramos en ropa / pero ni te imaginas MI amor. Es cierto, me viste llorar sin sentir asco de un fluido que no va a ninguna parte / anoche chocamos contra el vidrio como polillas creyéndose piedras / guardo todos tus movimientos como postales rotas / ni te imaginas MI amor.
Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down yo le enseñaría a suicidarse sin morirse.
Anoche gastaste todo tu dinero en alcohol y todo eso fue para que yo durmiera a tu lado y soñará con arañas blancas que va pariendo el viento. Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down me gustaría que soñara ese sueño.
Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down le enseñaría a bailar mal y tú le peinarías los cabellos dorados con sus autos de juguete / Tenemos tanta tierra en los ojos / Tenemos tanta sed ahora que todo se nos quema y nos invertimos en lo que nos deja la noche. Sin embargo, mira cómo brillan las lágrimas de alcohol evaporándose rápido como angelitos transparentes.
Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down no podríamos dejar de amarnos ni aunque muriésemos masacrados por la pobreza.
Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down tú le comprarías una ropa tan linda que yo no podría dejar de llorar y besarte / pero ni te imaginas MI amor / ahora piensas en que el sexo de toda cosa es un infierno sin darte cuenta de que saltan diablos bolivianos de tu pecho al mío y el resto me importa un carajo / ahora piensas en nuestro hijo Down / piensas en su nombre de hombre y en la agüita bautismal que regurgitarás sobre su pecho.
Tenemos que dejar de dolernos así como si nos gustara mucho esa sospechosa categorización del amor. Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down no podríamos dejar de amarnos ni aunque muriésemos masacrados por el aburguesamiento.
Mírale la carita a nuestro hijo / se parece tanto a nosotros que nos hemos convertido en Down y somos felices para siempre.
(del libro "Mi Hijo Down" Buenos Aires 2008, Pablo Paredes Muñoz)
Para que ellos dejaran tranquilo a mi corazón soñé que escribía un libro contra ellos. Ahora me parezco a otros poetas como mi corazón se parece a otras partes de mi cuerpo. Nadie quiere pololear conmigo porque tengo el pecho desgarrado y adentro mío dan películas tontas de karate y amor, hay tanto karate y amor en mi escritura, sin embargo, Ralph Macchio y Elisabeth Shue se ríen de mi nombre y mi cuerpo y yo intento borracho la patada de la grulla y nadie quiere pololear conmigo porque tengo el pecho desgarrado.
Mi corazón cuelga y yo grito que me perdonen por sólo amar a los árboles grandes.
Ahora, a menos de un año de convertirme en estrella y subir al cielo o bajar al cielo hasta mí.
Ahora que me rompí la nariz hasta refinarla.
Ahora que todos darían la vida por mí pero nadie se acostaría conmigo.
Ahora en el cumpleaños 26 del poeta chileno.
Después de haber visto fracasar la profecía y estar pensando otra vez en las militancias.
Después de no haber podido haberse arrancado a Nicaragua.
Después de encontrar a la verdadera gente inteligente y haber sentido el sudor salado de la ignorancia.
Después de haber descubierto que todos mis personajes son el mismo y que toda esta dramaturgia es un mismo poemita malo como los que escribía en el 2002.
Ahora que sólo escucho cumbia.
Ahora que inventé que tenía un hijo para tener una vida en mi escritura.
Ahora que mis amigos poetas me quieren menos que antes pero tienen la certeza de ser los mejores poetas del mundo. Benditos sean.
Ahora que decidí no salir nunca de Santiago para ser un homenaje permanente a Serey.
Después de haber querido vivir en el río sangrado de la octava región.
Después de haber reencontrado a mi madre como una niña bailando en mis manos jóvenes de alcohólico.
Después de haber escuchado sólo cumbia.
Después de enterarme que un rayo láser puede corregir la vista de todas las personas que amo y me ven mal.
Ahora que mi perra puede morirse de vieja.
Ahora que agradezco que estén aquí celebrando una existencia trunca.
Ahora que se descuelgan los afiches fosforescentes de mi adolescencia.